Tradicionalmente, lo más común en una línea de ensamble era utilizar distintos tipos de transportadores como soporte principal para el manejo de materiales. Sin embargo, el inconveniente de estos sistemas es que resultaban ser algo inflexibles para realizar reconfiguraciones y/o adaptaciones posteriores.
Por ejemplo, si dentro de una línea de producción se requería implementar alguna variante o algún proceso nuevo, dicha tarea se volvía realmente compleja, además de que se generaban elevados costos de inversión y espacio.
Por fortuna, en la actualidad, existen tecnologías como los AGVs (Automated Guided Vehicles) y los AMRs (Autonomous Mobile Robots), que ofrecen grandes ventajas en términos de flexibilidad y productividad a las plantas de manufactura.
Tanto los AGVs como los AMRs son tecnologías de punta que permiten tener líneas de ensamble altamente flexibles y precisas, en las que, los procesos, las trayectorias y las aplicaciones pueden reconfigurarse las veces que sea necesario de acuerdo a los requerimientos de producción.
Además, al ser soluciones en gran medida versátiles y escalables, su adaptación al ensamble de nuevos productos o partes es mucho más económica que otros sistemas.
Ambas tecnologías pueden ser utilizadas prácticamente en cualquier industria bajo distintas aplicaciones. Un ejemplo destacado de su uso es el ensamble de partes y/o unidades en proceso, así como el traslado al almacén de producto terminado en compañías automotrices.
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Gracias a que son tecnologías modulares, los AGVs y los AMRs resultan soluciones muy atractivas en términos económicos, ya que implican un costo operativo reducido que a su vez deriva en costos de mantenimiento preventivo y correctivo muy por debajo de los sistemas tradicionales.
Asimismo, la implementación de estas soluciones permite tener plena certidumbre de que se cuenta con un sistema que responderá 24/7 los 365 días del año.
Otra ventaja de los AGVs y los AMRs es que son controlados por un software de control inteligente que monitoriza diversas variables clave de información, como: tiempos y movimientos de los vehículos, actividades a realizar, carga de batería, control de tráfico, entre otras.
De esta manera, se maximiza la seguridad y precisión de operación del sistema de ensamble, mejorando todos los elementos que inciden en la competitividad de los procesos.
Por último, como mencionábamos hace unos momentos, estas tecnologías poseen un amplio campo de aplicación, donde las condiciones sean propicias para evitar transportadores.
Además, su fácil escalabilidad para crecer los flujos de trabajo, las convierte en una alternativa de inversión verdaderamente única para los gerentes de ingeniería de planta.
No existe duda. Los AGVs y los AMRs pueden revolucionar por completo las líneas de ensamble. No solo para alcanzar una máxima precisión de tiempos de operación, sino también para convertir las plantas de manufactura en plantas inteligentes.
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