Si estás buscando una solución de almacenamiento que optimice tus espacios, minimice las mermas de producto, permita llevar un control preciso de inventarios y evite los paros de línea, ¡los sistemas de almacenamiento automático son tu mejor opción!
Ya sea que los utilices en el almacén de materia prima, el almacén de producto terminado o el almacenamiento en proceso, los sistemas de almacenamiento automático ofrecen muchos beneficios dentro de una planta de manufactura.
¡Analicemos cada uno de acuerdo a cada tipo de almacén!
Almacén de materia prima
Dentro de un almacén de materia prima, lo que permite el almacenamiento automático es surtir las piezas en el momento oportuno y saber en todo momento la cantidad de productos que se tiene disponible para que realizar un resurtido idóneo.
Para ello, las soluciones de almacenamiento automático van integradas con un software especializado como el WCS (Warehouse Control System); el cual permite controlar todas las variables que se requieren en este tipo de almacenes (controles de seguridad, condiciones de almacenaje FIFO, LIFO, etc.).
De esta forma, el almacenamiento automático previene que no ocurran paros de línea por falta de inventario ni que haya mermas en los productos.
Almacén de productos en proceso
En este tipo de almacenes, el almacenamiento automático apoya en crear buffers de acumulación para que los procesos se vayan sincronizando a lo largo de toda la línea de producción, brindando un control puntual en tiempo real, y minimizando nuevamente, cualquier paro potencial.
En industrias de manufactura de inyección de plásticos, ésto es de especial utilidad, ya que los sistemas de almacenamiento automático permiten ejecutar los procesos de curado en tiempo y forma para dirigirlos al siguiente proceso.
Almacén de producto terminado
Debido a que las plantas ensambladoras trabajan con políticas muy rigurosas en las que los productos tienen que estar en el momento exacto que se requieren dentro de las líneas de ensamble, las soluciones de almacenamiento automático son perfectas para garantizar un manejo de producto terminado efectivo a través de pequeños buffers que controlan en qué momento y en qué orden debe salir cada producto.
Es así cómo los sistemas de almacenamiento automático impulsan la productividad de las plantas de manufactura, eficientando sus tiempos y minimizando las mermas en las líneas de producción.
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